Es sábado y me desperté temprano (9.30) y aproveché el envión para salir a comprar el diario y unas facturitas. Que me haya despertado y levantado no implica que esté con todas mis luces ni en el mejor de mis estados. Me puse encima lo primero que encontré, jean y zapatillas que no combinaban con el sueter, un saco que me queda un poco grande (lo compré en un mercado de pulgas y lo tengo qu emandar a arreglar, pero es taaaaaaaaaan lindo), pero no me preocupé mucho por mi (falta de) estilo, al fin y al cabo hablamos de un sábado a las 9.30 am, nadie me va a pedir mucho. De hecho, de puro dormida, salí con restos de sueño en la cara y todo.
En la calle, un camión me sigue el paso y se detiene un poco más adelante, un muchacho se asoma y:
"Perdón, ¿dónde queda la calle Díaz...
Mmm, Díaz, Díaz, de cuál de todos los Díaz me habla este pibe.
...señora?"
¿Señora? Andá a preguntarle a Magoya por tu calle Díaz...
Maldita sea.
3 comentarios:
que odio cuando me dicen señora en la calle!!! lo odiooooooo!
Ja, me pasó el otro día, por primera vez. Me quería matar, pero antes matar a la pendex que lo dijo. Atrevida!
acostumbrate!!!
jajjaa
no tiene nada que ver con la forma de vestirte.
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