sábado, 24 de mayo de 2008

No por mucho madrugar...

Esto acaba de pasar.

Es sábado y me desperté temprano (9.30) y aproveché el envión para salir a comprar el diario y unas facturitas. Que me haya despertado y levantado no implica que esté con todas mis luces ni en el mejor de mis estados. Me puse encima lo primero que encontré, jean y zapatillas que no combinaban con el sueter, un saco que me queda un poco grande (lo compré en un mercado de pulgas y lo tengo qu emandar a arreglar, pero es taaaaaaaaaan lindo), pero no me preocupé mucho por mi (falta de) estilo, al fin y al cabo hablamos de un sábado a las 9.30 am, nadie me va a pedir mucho. De hecho, de puro dormida, salí con restos de sueño en la cara y todo.

En la calle, un camión me sigue el paso y se detiene un poco más adelante, un muchacho se asoma y:

"Perdón, ¿dónde queda la calle Díaz...

Mmm, Díaz, Díaz, de cuál de todos los Díaz me habla este pibe.

...señora?"
¿Señora? Andá a preguntarle a Magoya por tu calle Díaz...
Maldita sea.

3 comentarios:

Ganesha dijo...

que odio cuando me dicen señora en la calle!!! lo odiooooooo!

Anónimo dijo...

Ja, me pasó el otro día, por primera vez. Me quería matar, pero antes matar a la pendex que lo dijo. Atrevida!

Unknown dijo...

acostumbrate!!!
jajjaa
no tiene nada que ver con la forma de vestirte.