el pretendiente

Tengo una especie de prentendiente de larga data, que siempre tiene mal timing, pobre. Lo conocí hace cinco años, cuando entré a laburar a la empresa (no es una empresa, a decir verdad, pero es como una especie de híbrido raro moderno). El estaba en otro departamento y yo tenía otro novio. Desde que lo conocí, sostiene que soy el amor no correspondido de su vida. Y no es que sea feo, pero sí, por algún motivo, es menos algo que mis novios... algo que no puedo definir, porque si soy sincera, es bonito, interesante y divertido... pero por algún motivo mis novios siempre fueron más, je. O tal vez fue solo el timing.

Cuando rompí con aquel novio tuve un periodo muy corto de soltería (convengamos que este novio fue un poco el motivo por el que rompí con el otro... a ver... cuánto lío estoy haciendo, la cosa fue así: yo me di cuenta de que estaba completamente head over heels por el novio que tengo ahora, pero no estaba segura de que a él le pasara lo mismo. Pero como el mero hecho de que me pasaran tantas cosas con él era indicativo suficiente de que la cosa con mi novio ya no iba más.... lo mandé a la mierda sin dudarlo mucho. Al final, salió bien y todo).

Volviendo, en ese tiempo corto de soltería, el muchacho este podría haber aprovechado, y de hecho tuvimos una noche extraña en una fiesta de la empresa, que terminó con algún beso, pero fue justo antes de que él se fuera de vacaciones por un mes, y para cuando volvió yo ya estaba de novia.

El tema es que siempre que nos cruzamos (que por suerte son pocas veces), me manda alguna. Y yo me pongo coloradísima y quiero salir corriendo a esconderme en el armario de archivo. Y el otro día, después de mil años sin noticias de él, me lo encuentro en el msn (tenemos uno que es de la empresa, claro, no piensen que yo ando en internet en horario de trabajo, noooooooooooooooo), y fue breve y conciso:

R.dice:

hola! tanto tiempo! seguis casada?

una chica normal dice:

jajaja, sí

una chica normal dice:

por?

R. dice:

para ver si te podía tirar los galgos.
chau.

y así como apareció, se fue...